noviembre 15, 2008

Soledad...


¡Oh! Soledad
Mi dulce compañía.
Mi implacable verdugo.
El veneno que a cuenta gotas,
acaba con mi vida.

¿Por qué eres tan cruel conmigo?
¿Por qué primero me liberas,
y me dejas volar libre
cual hermoso papalote?
Si luego jalas el hilo,
y me atrapas otra vez.

Me haces víctima de tus juegos,
muñeca de tus caprichos.
Me envuelves completamente.
No me quieres liberar.

Manejas mis sentimientos a tu antojo
Funges como dueño de mi alma.
No me dejas escapar.

Unas veces me enamoras.
Me muestras tu lado romántico,
y disfruto el estar sola.

Otras, sólo me agobias,
me recuerdas lo que no tengo.
Te burlas de mis anhelos,
y me haces llorar.

¡Oh! Soledad
¿Por qué eres tan egoísta,
que no permites que comparta
mi alma y corazón?
¿Por qué sólo me hablas del amor,
y no lo muestras jamás?

¡Oh! Soledad
Por favor no juegues más.
Libérame o acaba conmigo de una vez.
Que no soporto esta agonía,
que es más fuerte y larga cada vez.



No hay comentarios: